EXTRAÑO MUNDO
Se despertó el hombre del sueño y vio el mundo.
Todo lo que pasaba era harto extraño.
Nada sabía de él mismo:
¿Dónde se encontraba?
¿De qué mundo venía?
Solo se hallaba en el monte y no comprendía
quién o qué era él.
¿Qué debería hacer? ¿Cómo debía comportarse?
Después de este, ¿a qué otro mundo debía llegar?
¿Qué sentido tenía todo? ¿Cómo podía comprender?
Quería preguntarle al mismo Dios.
Lo buscó por todas partes;
Pero no pudo encontrarlo nunca,
a pesar de una búsqueda constante.
La misteriosa vida se expandía por el mundo.
Todo vivía y todo se procreaba.
La noche extendía un manto de sueño
sobre el enigma del planeta.
El hombre era una incógnita.
El hombre entró por una puerta: Era la vida.
Tenía que salir por otra puerta:
Era la muerte.
Tenía que andar por un camino
paso a paso, día a día;
lleno de incertidumbre, de miseria y miedo.
Todos los hombres que vivían juntos
se hallaban solos.
Luchaban, discutían y se amaban,
se odiaban y se mataban.
El tiempo pasaba lento.
Inexorable la vejez llegaba.
Después, un poco de ceniza bajo la tierra fría
sería lo que de él quedara
en este misterioso, extraño mundo.
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